> ¿Qué es el palio?
Un signo que expresa la comunión entre el obispo, el Santo Padre y otras diócesis
El palio es un signo en forma de banda de lana de oveja que se coloca en el cuello del arzobispo y que cuelga hacia adelante por el pecho, y atrás, por la espalda. Está hecha con lana de oveja que es bendecida el 21 de enero, día de Santa Inés, joven martirizada e invocada para mantener la pureza cristiana. Luego es bendecida y entregada a las religiosas que hacen las prendas. Se guardan junto a las reliquias del apóstol San Pedro, hasta el día 29 de junio, cuando se imponen. Expresa la comunión entre el obispo y el Santo Padre y entre el obispo y sus diócesis sufragáneas, es decir, a su cuidado.
Fue un día bendecido. El termómetro superaba los 28° y el cielo completamente azul enmarcaba una celebración muy especial para la iglesia argentina y la de Tucumán, en esta especial coyuntura que vive el país. Monseñor Carlos Alberto Sánchez, junto a otros cuatro obispos argentinos, recibía de manos del Santo Padre el palio arzobispal, que estrecha la comunión entre el obispo y el Papa, entre otros signos. Lo que ocurrió después, la invitación de Francisco a almorzar a los cinco obispos argentinos, no fue menos importante. Sobre todo en momentos en que el país se desgarra en una grieta social entre los que están a favor y en contra del aborto, y en un escenario de preocupación por las medidas económicas del gobierno de Mauricio Macri.
Lo que conversaron los obispos con el Santo Padre quedará guardado en el corazón de cada uno. Lo que dijo en un audio monseñor Carlos, apenas terminó la reunión fue: “le manifesté (al Papa) el afecto de los tucumanos y él nos pidió que sigamos trabajando por la Iglesia y rezando por él”. Les recordó a los tucumanos la misión de ser “una iglesia misericordiosa y en salida misionera”.
En la ceremonia, que se realizó en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Papa entregó el palio a 30 arzobispos designados en los últimos 12 meses. Entre ellos se encontraban los arzobispos Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP (Bahía Blanca), Sergio Alfredo Fenoy (Santa Fe de la Vera Cruz), Víctor Manuel Fernández (La Plata) y Marcelo Daniel Colombo (electo de Mendoza), además de monseñor Sánchez.
El palio fue impuesto por el nuevo nuncio apostólico (se trata del primer nombramiento de Francisco en ese cargo) el angoleño Léon Kalenga Badikebele. Le sucede a monseñor Emil Paul Tscherrig, enviado a la representación diplomática en Italia.
El acto, que normalmente se realiza dentro de la basílica, debió realizarse en la plaza, debido a la cantidad de gente convocada por la presencia de los 14 nuevos cardenales creados el día anterior. Once de los nuevos cargos son de personas con menos de 80 años y están habilitados para elegir al sucesor de Francisco.
Presencia tucumana
Monseñor Carlos llevó, sin proponérselo, una nutrida “barra” tucumana. Fueron para acompañarlo algunos de sus familiares, entre ellos su madre, y los sacerdotes Marcelo Barrionuevo (párroco de la Catedral), Rafael Navarro (Tafí del Valle), Horacio Gómez (La Caridad, Yerba Buena) y Dante Gómez (vicario de La Merced). Como así también los padres Augusto Salcedo y Sebastián Sardo, que se encuentran estudiando en España y Roma, respectivamente.
Pero además de los religiosos, no dejaron pasar la oportunidad de estar en la ceremonia, el gobernador Juan Manzur y su comitiva (la legisladora Sara Assan y el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, entre otros), que están de gira por Europa. El gobernador se ubicó detrás de monseñor Carlos y lo saludó. Después los políticos buscaron al arzobispo para sacarse una foto pero este ya no estaba. Tuvieron que conformarse con una foto con los sacerdotes tucumanos, que es la que recorre los portales.